Tonatiuh el Dios del Sol

Tonatiuh (el luminoso, el que calienta)

Entre los aztecas el Dios Sol se llamó Tonatiuh (tona = hacer el sol y el calor, tiuh = ir). En el
gnosticismo universal el Ser o Espíritu es el que genera la vida, y al mismo tiempo, el símbolo del Sol
es el trabajo que todo aspirante debe realizar en sí mismo: Hacer el sol es entregarse o hacerse uno con
el Ser.

El Dios Sol, Tonatiuh en lo microcósmico es el íntimo, la parte más recóndita y espiritual dentro
del ser humano y en lo macrocósmico es el Logos Solar o divinidad. Tanto el uno como el otro nos
impulsan, mediante los anhelos espirituales y místicos, a lograr la autorrealización íntima del Ser.
En la cultura nahua, como en otros pueblos, el Sol fue el símbolo del Padre, el eterno principio
masculino; la Luna, la madre o el eterno principio femenino divinal, y Venus, el símbolo del niño.

Entre los aztecas el Dios Sol se llamó Tonatiuh (tona = hacer el sol y el calor, tiuh = ir). En el
gnosticismo universal el Ser o Espíritu es el que genera la vida, y al mismo tiempo, el símbolo del Sol
es el trabajo que todo aspirante debe realizar en sí mismo: Hacer el sol es entregarse o hacerse uno con
el Ser.

La cara de Tonatiuh en el calendario azteca es la cara de Ometecuhtli-Omecihuatl, Señor y
Señora de la dualidad, Dios de la vida, del amor y de la generación.

Está encerrado por dos círculos concéntricos alrededor de los cuales cuatro cuadrados, dentro
de otros dos círculos concéntricos (el Absoluto Inmanifestado: Ipalnemohuani), lo contienen todo: las
garras felinas de Quetzalcoatl desgarrando corazones humanos, el Sol de viento o 4 Ehecatl, el Sol de
fuego o 4 Quiahuitl, el Sol de agua o 4 Atl, el Sol de jaguar o 4 Ocelotl y el Sol de movimiento o 4
Ollin, el Este y el Oeste, el Norte y el Sur, los veinte días del mes, etc.


La corona o Xiuhitzolli de Tonatiuh nos representa al Anciano de los Días.

Las tres plumas de águila del símbolo Caña o Acatl, junto con la perla nos representan el
tetragrámaton griego, símbolo de la trinidad más la unidad que es lo inmanifestado.


El pelo, que en los tiempos remotos siempre tuvo mucha relación con el cuidado de las energías
creadoras, tal como lo observamos en el mito de Sansón de la cábala hebraica y en variadas culturas.
Las arrugas alrededor de los ojos, alegorizan la sabiduría que debemos adquirir despertando la
conciencia en el diario vivir. Recordemos que entre los aztecas la máxima autoridad estaba
representada por un consejo de ancianos, quienes habían dedicado su vida a la eliminación de los
intereses egoicos.
Los ojos del Dios del Sol, son los ojos del Padre Interno, que todo lo ve, que está siempre
vigilante de todo lo que pensamos, sentimos y hacemos.

En la Nariguera o Yacaxihuitl encontramos una sabia combinación entre el aliento que da la 
vida y el trabajo con las fuerzas masculinas y femeninas, pues vemos tres plumas de águila de cada 
lado, el número 6 nos indica el cruce de estas fuerzas. 

La Lengua-Cuchillo de Pedernal Técpatl, es el verbo, la palabra, el Logos, el poder que tiene el 
verbo en todo lo creado. En la lengua encontramos curiosamente un ojo símbolo de la autoobservación 
psicológica, indicando la necesidad de estar atentos a lo que decimos, pues el verbo tiene mucha 
responsabilidad, además, encontramos una garra para indicarnos el poder que tiene la palabra. En 
efecto, con la palabra bendecir o maldecir, ayudar o perjudicar. Esto nos indica el sacrificio que debe 
realizar en sí mismo el iniciado al hacer el uso correcto del verbo. El verbo tiene el poder de crear. Por 
eso, es necesario desarrollar la autoobservación y la responsabilidad en el uso de la palabra, saber 
hablar cuando debemos hablar y callar cuando se debe callar.

En el Chalchihuitl (piedra preciosa), vemos que seis jades forman el collar de Tonatiuh. Ellas 
simbolizan las virtudes del alma, tales como la tenacidad, paciencia, voluntad, altruismo, filantropía, 
amor…, obtenidas a través de la destrucción de los elementos psicológicos indeseables que en nuestro 
interior cargamos.

En las orejeras o Xiuhnacochtli observamos que de un círculo emana un adorno con tres 
plumas de águila. El círculo es el símbolo de lo eterno, del Absoluto desconocido. Las orejeras indican en sí la necesidad de escuchar lo espiritual, de cerrar nuestros oídos a la 
blasfemia, a la maledicencia, a los prejuicios y a toda palabrería insubstancial del ego y poner atención 
a escuchar la voz del silencio, la sabiduría de nuestro Padre. 

―Orejas con grandes pendientes indican la necesidad de saber escuchar de poner atención a la 
sabiduría‖ (Samael Aun Weor. Misterios Mayas)


Eras Cosmogónicas 

Nahui Olin (nahui = 4, olin= temblor) 
En el segundo círculo encontramos las garras del Dios Sol, Tonatiuh, estrujando corazones 
humanos, la fecha 4 Temblor en la cual será destruida nuestra actual raza y los cuatro puntos cardinales 
o cuatro rumbos del universo. 

Destaca nuevamente el ojo, señal de que, para destruir las pasiones humanas, es indispensable y 
necesaria la autoobservación psicológica de momento en momento, de instante en instante, con el 
propósito de autodescubrirnos y conocernos, porque no es posible eliminar lo que desconocemos. 
Tres círculos en la base de la garra indican la necesidad de trabajar en conjunto con los Tres 
Factores de la Revolución de la Conciencia: Nacer (transmutar las energías creadoras); Morir 
(desintegrar las pasiones animales); Sacrificio por la Humanidad (ayudar desinteresadamente a 
nuestros semejantes). 

Los cinco adornos de pluma de águila. El 5 es el aprendizaje, la Ley. No es posible 
dedicarnos al camino de la destrucción del yo sin ser un ―buen dueño de casa. Es importante que 
vivamos en equilibrio: ser un buen ciudadano, un buen padre, una buena madre, un buen hijo, etc., 
cumplidor de sus deberes. Sólo así es posible que se establezca el equilibrio para trabajar 
correctamente. El que cumple todas las leyes, el que une su voluntad a la Ley, realmente busca la unión 
con lo divinal. 

Los corazones entre garras felinas simbolizan a la "muerte del iniciador". Transformado en tigre, 
Quetzalcoatl sube, desgarrando el corazón de quien lo despierta, hasta matar en él a todas las ilusiones de la 
personalidad, a todo apego por las cosas que lo atan a la Tierra.

―Realmente, son necesarias la sagacidad y la fiereza del tigre para matar a la personalidad humana y 
hacer que resplandezca en el hombre el Dragón de Sabiduría de Siete Serpientes, símbolo del decapitado.
 
―Existen nueve iniciaciones menores y nueve iniciaciones mayores. No hay iniciación sin purificación. 
En cada iniciación muere algo en el hombre y a la vez nace algo en el hombre. 
Hay que perderlo todo para ganarlo todo.

―Las garras felinas de Quetzalcoatl hacen presa el orazón humano para libertarnos de 
los cuatro cuerpos de pecado y llevarnos a la dicha inefable de la unidad con el dios. 
 
―Quetzalcoatl es el dios interno de los aztecas. Sus garras felinas se clavan en el corazón del iniciado 
para devorarlo. A las realizaciones cósmicas se llega por el camino del corazón, no por el camino del intelecto. 




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